sábado, 4 de diciembre de 2010

Desastrelogia


La actual desaceleración de la economía global nos recuerda cuáles son las consecuencias de vivir más allá de nuestros posibilidades. Pero el peligro de una recesión económica palidece en comparación con la crisis que se avecina en términos ambientales.
Ya vivamos en el borde o en el centro de una ciudad, nuestros medios de vida e incluso nuestras vidas dependen de la oferta de los ecosistemas de la tierra. El Informe Planeta Vivo 2008 señala que estamos consumiendo los recursos demasiado rápido - más rápido de lo que puede ser renovado-.
Sin embargo, nuestras demandas siguen en aumento, impulsada por el crecimiento ilimitado de la población humana y el consumo individual. Nuestra huella excede la capacidad del planeta para regenerarse. Si nuestras demandas al planeta continúan aumentando al mismo ritmo, tendremos que en el año 2030, necesitaremos el equivalente a dos planetas para mantener nuestro estilo de vida.



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