domingo, 16 de enero de 2011

Caracortada


Durante la segunda guerra mundial, nacieron en ambos bandos nuevas formas de combate a cargo de destacamentos especiales, mandados por cabezas inteligentes, que se valieron principalmente de la astucia y el engaño, y cuyas acciones no tuvieron siempre el beneplácito de sus superiores.
A este tipo de hombres pertenecia Otto Skorzeny ingeniero y coronel austríaco de las Waffen-SS de la Alemania Nazi, fue especialista en operaciones especiales durante la Segunda Guerra Mundial.
Experto en acciones de espionaje y sabotaje, fue apodado por los estadounidenses como Caracortada debido a las grandes cicatrices que surcaban sus mejillas. Se hizo famoso al rescatar al dictador italiano Benito Mussolini, así como por llevar a cabo la Operación Greif que le valió el título de «El hombre más peligroso de Europa» por los Aliados. Se cree que fue uno de los principales organizadores de ODESSA en España.
En 1939, Skorzeny trabajaba como ingeniero cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Inmediatamente se ofreció como piloto a la Luftwaffe, ya que tenía experiencia con avionetas, pero fue asignado a operaciones de tierra porque tenía más de 30 años. No dejándose desanimar, es propuesto para servir en la Reserva de las Waffen-SS, donde ingresa en la 1.ª División SS Leibstandarte SS Adolf Hitler. Posteriormente fue enviado a la 2.ª División SS Das Reich. Entre 1940 y 1941, participó en las campañas en Francia, Holanda y los Balcanes. En la campaña en Rusia de 1941, le otorgaron la Cruz de Hierro.
El 25 de julio de 1943, Hitler lo nombra a cargo de la operación de rescate de Benito Mussolini, , logró llevar a cabo la misión con éxito. Por esta operación Skorzeny fue felicitado por el mismo Hitler, quien le dio la Cruz de Caballero y además lo ascendió a Sturmbannführer de las Waffen SS.
El 25 de mayo de 1944 se le encomendó la orden de capturar vivo o muerto al jefe de los partisanos yugoslavos, Josip Broz Tito, conocida como Operación Rösselsprung. Para este efecto envió comandos de paracaidistas al cuartel general de Tito. Los alemanes, en desventaja numérica, lograron derrotar a los partisanos, pero durante el ataque Tito escapó.

El 7 de marzo Skorzeny recibió la orden de ir a Berlín para encomendarle otra misión. Allí se le comunicó que el primer puente sobre el río Rin había sido tomado por los Aliados cerca de Remagen. Hitler estaba furioso y se le ordenó que organizara un comando de hombres-rana para volar el Puente de Ludendorff. La operación fue un fracaso y los hombres que no fueron apresados murieron congelados en las heladas aguas del Rin.
Cuando su ciudad natal estaba a punto de caer en manos de los rusos, Skorzeny partió hacia Viena para conocer el destino de su familia. El 11 de abril Skorzeny abandonó Viena, y obedeciendo órdenes de Berlín, se dirigió al llamado Reducto Alpino, entre Austria y Alemania, donde debería organizar la defensa del último baluarte nazi. Desilusionado, Skorzeny descubrió que el Reducto Alpino nunca había sido construido, por lo que el 8 de mayo de 1945 Otto Skorzeny se entregó al ejército estadounidense. Murió en Madrid en 1975.

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