viernes, 18 de febrero de 2011

Sociedad de bienestar en Gipuzkoa

La regularización por arraigo social que para muchas trabajadoras supone una pérdida importante de su salario por la extorsión patronal. Las trabajadoras, para obtener la tarjeta de residencia y trabajo por un año, aceptan asumir el coste patronal del contrato laboral, es decir, sobre un salario de 700-800 euros deben destinar 163 euros para cubrir el 100 por ciento de la cuota de la Seguridad Social que se niega a pagar la patronal. La extorsión y la explotación son violencia. En el plano interno, de puertas adentro muchas trabajadoras sufren «microviolencias», no porque sean violencias menos importantes, sino porque son invisibles,
sutiles y repetidas. En este apartado encontramos: el control y restricción de la comida; la prohibición del uso diario de la ducha; el control de las salidas, llamadas y compañías;
menosprecio por su cultura y gustos; el acoso laboral y el acoso sexual. Humillar, subestimar;minar la autoestima de la persona es violencia. La violencia que se ejerce sobre la trabajadora interna inmigrante es violencia sexista, a la que se le suman componentes clasistas y racistas.
Silvia Carrizo. Presidenta de la Asociación de mujeres
inmigrantes -Malen Etxea-

No hay comentarios:

Publicar un comentario