martes, 19 de julio de 2011

Stanislav Grof

Stanislav Grof, médico psiquiatra de origen checo creador de la Psicología Transpersonal, promueve un poderoso método de autoexploración y terapia, LA RESPIRACIÓN HOLOTRÓPICA, que combina respiración acelerada, música evocativa y trabajo corporal con el objetivo de conseguir la liberación de los bloqueos bioenergéticos y emocionales.
Holotrópico (del griego "holos, totalidad" + "trepein, ir en dirección a") significa "dirigirse hacia la totalidad". Según él, existen tres niveles en la conciencia humana: el perinatal, el biográfico y el transpersonal. Grof alienta a alcanzar una transformación profunda y acceder a fuentes internas de satisfacción y plenitud inimaginables en el seno de la psicología tradicional.

La respiración holotrópica es una de las más eficaces técnicas de psicoterapia y de autoexploración profunda existentes dentro de la psicología transpersonal para trascender la fragmentación interior del yo y la soledad del ser individual, alcanzando una conciencia de totalidad y unión con toda la creación.

LA RESPIRACIÓN HOLOTRÓPICA brinda acceso a las capas más profundas de la psiquis, permitiendo importantes desbloqueos emocionales-corporales y estados ampliados de conciencia, que representan un enorme avance en la calidad de vida y en los procesos de autoconocimiento.

El método consta de cinco elementos: proceso en grupo, intensificación de la respiración (hiperventilación controlada), música evocativa, trabajo enfocado en el cuerpo, y dibujo expresivo. El efecto general del método consiste en una amplificación no específica del proceso psíquico de la persona, lo que facilitaría a la psique la capacidad natural de sanación de la psiquis.
La respiración Holotropica normalmente se hace en grupos, aunque también se realizan sesiones individuales. Dentro de los grupos, las personas trabajan por parejas, y se alternan en los roles de sujeto que experimenta (el que hace las respiraciones) y cuidador. La responsabilidad principal del cuidador, consiste en centrarse en la atención compasiva sobre el que hace las respiraciones. En segundo lugar, también está disponible para ayudar a la persona que está experimentando, pero sin interferir ni interrumpir el proceso. Lo mismo puede decirse de los entrenadores, que supervisan el proceso, y que están disponibles como ayudantes si es necesario.

Así, en la meditación o en el yoga, se busca contactar con el Ser, al que en el contexto holotrópico denominamos el «sanador interno». Es un misterio. Algunas personas lo consideran como una chispa de la divinidad que todos llevamos dentro, otros la divinidad misma, otros el Ser Superior. Cada persona debe experimentarlo por sí misma.

1ª matriz perinatal: recoge los momentos vividos dentro del útero materno.
2ª matriz perinatal: cuando empiezan las contracciones del parto pero todavía no se ha abierto el canal del nacimiento.
3ª matriz perinatal: el paso por el canal del nacimiento para salir.
4ª matriz perinatal: la expulsión final del canal y el corte del cordón umbilical.

En cada una de estas matrices tenemos distintas vivencias físicas y emocionales, que se quedan grabadas en nuestra psique:

En la primera podemos tener vivencias de un buen o un mal útero. Por ejemplo, si la madre fuma durante el embarazo al feto no le llega oxígeno y lo vive como una intoxicación. Las emociones de la madre también influyen en el feto, que percibe incluso si es deseado o no. Todo eso queda ya impregnado en nuestra psique.

En la segunda se tienen vivencias de fuerte compresión, de estar atrapado, oprimido, de ser «engullido» y no se vislumbra la salida.

En la tercera se vive una fuerte lucha por conseguir salir. En el parto (si es natural) no sólo empuja la madre sino también el niño. A la vez que luchamos por salir estamos oprimidos por el canal de nacimiento.

En la cuarta se experimenta una gran liberación acompañada de descompresión. También la forma en que nos reciban nos deja huella (si nos acoge nuestra madre en sus brazos, si nos llevan a una incubadora...).

Las matrices perinatales tienen tanta importancia en nuestra psique que pueden determinar el tipo de personalidad que tenemos (por ejemplo, que a una persona le gusten las situaciones de riesgo, que le gusten las cuevas...todo esto tendría relación con las matrices perinatales). Además de esto, las psicopatologías establecidas por la psiquiatría tradicional encontrarían su conexión con ellas.

Todos nacemos biológicamente, pero no emocionalmente, y esto no sucede hasta que no pasamos por ello otra vez. Cuando nacemos llevamos dentro de nosotros estas matrices en forma de estructura intrapsíquica. Lo que hace que predomine en cada uno una matriz perinatal u otra es la vida postnatal, los sucesos traumáticos. Asimismo, la vida biográfica posterior puede suavizar los efectos de las matrices.

Las dinámicas perinatales están siempre por debajo de nuestra conciencia y emergen en nuestra vida. Hay una tendencia interna a sanar (el «sanador interno») y la manera en que esto ocurre es que constantemente intentan salir a nuestra conciencia. Esto se produce de forma inconsciente, y hasta que no «despertamos» y nos damos cuenta de ello repetimos comportamientos perinatales, muchas veces de forma compulsiva. Para sanar estas dinámicas perinatales se necesita la liberación del renacimiento.

En la psique humana existe un patrón universal de muerte-renacimiento, que es común a muchas culturas. En los procesos de renacimiento de alguna manera nos liberamos del miedo a la muerte y esto tiene implicaciones muy poderosas en la manera cómo vemos el mundo, cambia nuestra forma de movernos en él porque nos liberamos de nuestros miedos.

Experiencias de identificación

Finalmente, en la dimensión transpersonal pueden vivirse experiencias de identificación con otras personas, animales, plantas, minerales, seres mitológicos, arquetípicos, teniendo también acceso a las esferas que habitan, experiencias de vidas pasadas. Ejemplos de arquetipos serian la diosa madre, el anciano sabio, el niño eterno... La máxima expresión en esta dimensión sería la identificación con la mente cósmica o el vacío cósmico.

El hecho de contactar con un tipo de experiencia u otra depende de nuestra propia sabiduría interior, del «sanador interno». Esto supone una diferencia frente a otras terapias en las que también se pueden tener experiencias de tipo regresivo y en las que es el terapeuta el que dirige la sesión. Aquí es nuestro «sanador interno» el que hace que contactemos con aquello que en cada momento estamos preparados para asumir y procesar.

Para terminar, hay que señalar que el trabajo con la Respiración Holotrópica expande la conciencia y abre mucho la psique, por lo que es muy importante el trabajo de integración de lo que surge en la sesión. Todo el propósito de la integración es permanecer en contacto con el «sanador interno» para reacomodarnos después de una sesión y tiene su propio tiempo (5 minutos, horas, durante la noche en sueños o más tiempo). Cada sesión y cada persona tienen su propio tiempo.

Para la integración y comprensión de la experiencia se utilizan los marcos de referencia ya descritos, que amplían los existentes dentro de la psicología tradicional. No obstante, a veces una transformación personal puede ocurrir sin ninguna comprensión racional.

Aquí surge otro concepto importante, lo que Grof denomina COEX (sistema de experiencias condensadas). Un COEX sería un conjunto de experiencias de diferentes momentos de nuestras vidas que tendrían en común unas características emocionales y físicas determinadas. Es una constelación de experiencias con una trama común entre ellas, como un collar de cuentas donde la cuerda del collar es el tema (por ejemplo, abandono) y las cuentas diferentes momentos de nuestras vidas en torno a ese tema. Las experiencias pueden ser biográficas, perinatales (cada COEX tiene raíces perinatales profundas relacionadas con alguna de las cuatro matrices perinatales) y transpersonales (vidas pasadas, identificación con ciertos arquetipos). El COEX es importante porque unifica distintas dimensiones del proceso y las integra. Encontrar el COEX supone profundizar en el proceso y es una herramienta muy buena para completar la integración. Incluye ciertos aspectos de las tradiciones místicas (los samskaras o patrones kármicos).

Los bebés nacen ya marcados con experiencias determinadas y tienden a verlo todo con esa determinada lente (la vida es abandono, no me siento apoyado...). El resto de la vida sería cómo una serie de experiencias neutras. Sin embargo, debido a la lente se crea una realidad particular y llega un momento en que toda la realidad se ve con esa lente.

Cuando se descubre un COEX, el concepto cambia de «no me puedo creer que esto me esté pasando otra vez» a «no me puedo creer que esté cayendo en esto otra vez». Para trabajarlo hay que desidentificarse de él. Cada vez tendremos más consciencia y se irá debilitando, caeremos menos en ello (hay COEX que tienen tantas capas que lleva su tiempo trabajarlos). Es de esta manera en la vida cotidiana dónde tendremos que hacer el trabajo, se trata de poner atención en nuestras vidas. Cómo la Respiración Holotrópica expande la conciencia, nos permite ir «dándonos cuenta» de COEX que antes estaban inconscientes.
También hay COEX positivos, como «la vida es un lugar seguro», «puedo confiar», «soy amado». Muchos de ellos se originan en la cuarta matriz perinatal.

La Respiración Holotrópica produce profundas metamorfosis en las personas.

respiración holotrópica
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