domingo, 11 de septiembre de 2011

José Ballesteros

José Ballesteros de la Calle es formador en desarrollo personal y profesional de una importante empresa de telecomunicaciones. Él conoce bien las mieles del éxito y las hieles del fracaso. Con 26 años se convirtió en el directivo más joven de CIGNA, compañía miembro de la multinacional de seguros AIG y durante los primeros años de su carrera profesional vivió a todo tren: limusinas, viajes cada semana, hoteles de lujo, una cuenta que aumentaba rápidamente... Pero pasó algo, y debido a razones externas y a sus ganas por cambiar el rumbo de su vida, pasó a ser un parado más.

Después de algún tiempo de allá para acá, (fue head hunter, traductor, etc.) se embarcó en un proyecto arriesgado: el coaching. En aquel momento -hace ya 10 años- el coaching en España no sólo no estaba de moda sino que no tenía demasiada aceptación. “Antes había mucho más escepticismo e incluso cinismo con estos temas”, asegura Ballesteros a El Confidencial. Así, junto a su socio José Vida Esmorís, crearon VESP, Vías para la Evolución y Superación Personal, para “ayudar a la gente a sacar lo mejor de ellos mismos. ¿La clave del éxito? Tener unos objetivos claros y trabajar duro, muy duro, para conseguirlos, sólo con desearlo no se logra”.

Hablar en público, la asignatura pendiente de los directivos españoles

Ballesteros reconoce que con la crisis “la gente está nerviosa” y no solamente en las empresas donde ha habido un ERE. En general, incluso en compañías que no han sufrido pérdidas “la gente está pensado cuándo me va a tocar a mí. Sin embargo, hoy en día sí se está apostando por las personas. Los empresarios se han dado cuenta de que o miman a su gente o sus trabajadores se van y la competencia que tenemos es tan bestial que los buenos son cada vez más codiciados y los mediocres más aparcados. De hecho, el directivo de ahora no tiene que ver con el de hace 10 años, ahora se apuesta más por el desarrollo personal, aunque todavía estamos a años luz de EEUU donde el tema del coaching es algo totalmente natural.”

Tras más de diez años como formador -también es conferenciante de la agencia Thinking Head- concluye que una de las asignaturas pendientes de los directivos españoles en la de hablar en público porque “no demuestran las capacidades que tienen”. También en el caso de las mujeres, aunque apunta que, a pesar de que cuando la mujer comenzó a ser directiva “intentaba copiar la conducta masculina, hoy en día aportan sensibilidad positiva y gracias a ellas se está humanizando la empresa”.

José Ballesteros tiene dos empresas, colabora con varios organismos -universidades, Comunidad de Madrid (a través del Programa Lidera), etc.- es padre de siete hijos y asegura que “si le pides lo mejor a la vida, te lo da”.

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