domingo, 4 de septiembre de 2011

Vivir de la luz

Vivir de la luz es un documental del realizador austriaco P. A. Straubinger que habla de la inedia, gente que, literalmente, se «alimenta de luz». Cuenta P. A. Straubinger que su interés por el respiracionismo quizá naciera de forma inadvertida, cuando un documental televisivo le descubrió la figura de Nicolás de Flüe, asceta y ermitaño suizo que, según la creencia cristiana y algunos registros históricos, sobrevivió durante diecinueve años alimentándose únicamente con la eucaristía. Sin embargo, el propio realizador austriaco nos confiesa que, por aquel entonces, sus puntos de vista sobre cuanto le rodeaba estaban marcados por el escepticismo. «Hasta que tuve veintitantos años, la espiritualidad no me había interesado en absoluto –reconoce Straubinger–. Al contrario, era un agnóstico con una visión materialista del mundo. De modo que cuando en 1994 vi el documental, pensé que la historia de De Flüe era una especie de cuento de hadas para católicos». Pero un giro del destino hizo que este joven director –acaba de cumplir 41– volviera a tropezarse con el asunto de los ayunadores extremos. «Mi interés por el estudio de los procesos psíquicos me condujo a la psicología transpersonal de C. G. Jung y, de ahí, a la lectura de textos sobre meditación y yoga –nos explica–. Más tarde, me puse a buscar un profesor. Una casualidad hizo que conociera a Dieter Hochegger, quien me inició en la práctica de la meditación». Precisamente, la entrada en escena de aquel instructor de meditación tuvo un efecto insospechado en los planes de Straubinger. «Llevaba varias semanas con él –recuerda el realizador–, cuando oí decir que Hochegger no ingería alimentos sólidos. Se lo pregunté directamente, y me dijo que, en efecto, hacía un año que no comía; tan sólo tomaba agua». ¿Cómo era posible –debió pensar el realizador austriaco– que su vitalista profesor de yoga sobreviviera sin ingerir comida sólida? «Al principio me pareció increíble, pero Hochegger es una persona seria –recuerda Straubinger–. Además, ¿por qué habría de mentirme sobre algo así?… Por otra parte, dando por sentado que el fenómeno era verosímil, inmediatamente me pregunté por qué no había una docena de universidades estudiándolo. Así que decidí que tenía materia más que suficiente para ponerme yo mismo a buscar respuestas»


http://www.youtube.com/watch?v=hX3H4xKSN_s

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