miércoles, 29 de agosto de 2012

Yllara Musch

Yllara Musch ha escrito el libro El Regalo del 2012. El 2012 somos nosotros. Después de 26.000 años, vivimos la singular transición de un ciclo a otro, con sus múltiples efectos sobre el planeta y toda la humanidad. El cambio energético del 2012 trae consigo grandes desafíos, pero también la extraordinaria oportunidad de transformarnos en seres más completos, de alcanzar más claridad, paz, sabiduría y amor, tanto en nuestro interior como en el mundo exterior. Es el momento de responsabilizarnos plenamente de nuestra vida, de quitarnos máscaras y corazas, de desprendernos de creencias limitadoras, de superar la separación y la intolerancia, abrazándonos en nuestra totalidad. El salto cuántico del 2012 es nuestro propio salto al vacío para que evolucionemos y descubramos nuestro verdadero potencial.El tema de la llegada al año 2012 cada vez más próxima ha sido ultimamente muy comentado por grandes, pequeños y medianos, se trata de una predicción marcada en el calendario Maya para el 21 de diciembre del 2012. Lo que esta causando controversia en la sociedad es lo que se predice, ya que, si llegara a ser verídico toda la humanidad podría desaparecer de la faz de la Tierra en menos de 2 años. Se trata de una predicción que investigadores han estado estudiando durante los últimos años acerca de un salto evolutivo en un escenario de profundos cambios sociales y de catalicismos devastadores que el mundo y la humanidad estan por afrontar. El año 2012 ha llegado, y esta causando cambios en el mundo y no sólo son cambios climáticos sino que también en la sociedad, la forma de vivir de las personas se esta viendo afectada por este suceso impredecible. En el análisis del impacto en la sociedad que causa la profecía del año 2012, se puede suponer que la humanidad ha empezado a cambiar sus hábitos, responsabilizándose y tomando conciencia del daño que se le hace al mundo cada día, quizas no se vaya a terminar la vida humana y el mundo vaya a desaparecer, sin embargo, el calentamiento global sigue siendo culpa de los actos humanos.

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