domingo, 4 de noviembre de 2012

El clown

                                 



El clown El lenguaje del clown responde a ciertas leyes, a ciertas reglas técnicas y rítmicas muy exigentes que hacen que su acción funcione o no. Pensar que el clown se basa únicamente en el principio de humanidad y de generosidad es un error. La humanidad del clown, su capacidad a estar disponible y abierto a todas las situaciones con generosidad e ingenuidad le permiten dar respuestas inesperadas y personales. El clown es un personaje que pone en relieve al individuo en su singularidad. Su visión del mundo nos ofrece la posibilidad de entrar en un lenguaje nuevo, pero quien habla de lenguaje habla de técnica. La humanidad del clown debe apoyarse sobre técnicas precisas y elaboradas para expresarse con un objetivo claro: Acceder a la escena y hacer de su práctica un arte. Si no nos quedamos en un trabajo sobre sí mismo, y utilizamos el clown como terapia desviándonos de la búsqueda artística y teatral que es lo que nos interesa. El clown tiene una manera singular de utilizar su cuerpo y de relacionarse con el espacio, el tiempo, los objetos, las palabras, es decir, con lo que lo rodea.

 Caracteristicas

 - La segmentación de los movimientos y de las acciones: El clown hace una sola cosa a la vez y responde a la siguiente regla: una idea / un ritmo / un movimiento / una situación. La segmentación es necesaria por varias razones: le permite al público poder seguir el recorrido vivencial del clown, le permite poner en valor la acción, el espacio, los movimientos y los objetos. Para terminar, le permite escapar al realismo y a lo psicológico porque antes que nada el clown es una estética teatral que privilegia la forma y la emoción. - El análisis del ritmo: factor común de todas las artes, es esencial para lograr un efecto cómico. - La relación con mi “partenaire”: ¿Qué significa estar en mayor? ¿Qué significa estar en menor? ¿Cómo circula el juego? ¿Qué es un número y cómo construirlo? - La relación con el público: El clown aprende a desarrollar un entorno en el cual los espectadores están presentes. Es el público quien otorga al clown el permiso de quedarse en escena. Si al público no le gusta lo que sucede en escena, el clown debe marcharse. Y de ahí viene la noción de fracaso que responde a su vez, a reglas precisas. - Sabe administrar y a organizar sus emociones: Si las emociones son demasiado fuertes matan el juego. “Jugar como un niño no es interesante, lo trágico del clown es que es un adulto que juega con sus emociones”.

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